domingo, 15 de enero de 2012

Rescatados del interior del crucero tres supervivientes



Los servicios de rescate han conseguido rescatar a un tercer superviviente del interior del crucero naufragado 'Costa Concordia', según informan los medios italianos. Se trata de Marrico Giampetroni, comisario de a bordo, quien ha sido sacado del crucero en camilla y trasladado directamente en helicóptero a un hospital de Grosseto.

Giampetroni fue localizado a primeras horas de hoy en una zona anegada y a la que los bomberos tardaron en llegar, ya que además del agua hay materiales que se han descolgado y están en estado ruinoso, lo que hacía peligroso el rescate. El comisario jefe de a bordo fue localizado, según fuentes de los bomberos, siguiendo el ruido que desde primeras horas de hoy escuchaban en el interior de algunos puentes del crucero naufragado. Tras varias horas, los bomberos lograron rescatarlo y sacarlo al exterior, pero en vez de ser trasladado en una lancha a tierra y desde allí a un hospital, fue directamente subido a un helicóptero que se acercó hasta el barco, ya que, al parecer, el hombre sufre heridas en varias partes del cuerpo.

Además de Giampetroni, una pareja de recién casados coreanos, ambos de 29 años, también fueron rescatados con vida esta pasada noche del interior del barco, 24 horas después del accidente. Se trata de Hye Jim Jeong y Kideok Han, localizados dentro de la cabina que ocupaban en el puente octavo. La pareja, en viaje de novios, había subido al barco en el puerto de Civitavecchia, 70 kilómetros al norte de Roma, pocas horas antes del naufragio.
Otros dos pasajeros del crucero fueron localizados en Roma. Se trata de dos japoneses de los que se desconocía su paradero y se incluían entre la cuarentena de desaparecidos. Los dos japoneses se presentaron en una comisaria de Roma y contaron que desde Porto Santo Stefano, el puerto de tierra firme más cercano a la isla toscana, subieron junto a otros dos compatriotas en un autobús con destino a la Ciudad Eterna.

El número de fallecidos en el naufragio se mantiene en tres, un peruano miembro de la tripulación y dos turistas franceses. Los heridos son cerca de medio centenar y los desaparecidos se han reducido a 17, entre ellos un español, según ha afirmado hoy Enrico Rossi, presidente de la región de Toscana (centro italiano), a la que pertenece la isla. Rossi ha agregado que de esa cifra, once son pasajeros y seis miembros de la tripulación.
Boquete
La Justicia italiana aún investiga lo ocurrido pero el boquete de 70 metros que se veía ayer en la panza del buque, con un gran peñasco arrancado de cuajo y aún incrustado, no dejaba muchas dudas. La primera reconstrucción indica que la nave se acercó peligrosamente a tierra, siguiendo la habitual costumbre de pasar junto a la isla tocando la sirena para saludar a los vecinos. Ayer se veían vídeos de hace pocos meses con el paso del barco desde tierra. Pero debía navegar a tres millas y encalló a escasos 500 metros del puerto, algo que fue decisivo para salvar al pasaje.
La primera explicación a la Fiscalía de Grosseto del comandante, Francesco Schettino, 52 años, once de servicio en la compañía, fue sorprendente: aseguró que había chocado con un arrecife que no figuraba en las cartas naúticas, a 300 metros de la costa, y decidió acercarse a puerto por seguridad, donde encalló. "En teoría esa roca no debía estar allí", declaró a una cadena televisiva.
Anoche también circulaba la tesis de que el choque tuvo lugar, en realidad, algunas millas antes pero el barco siguió su ruta, rumbo a la isla, pensando que podía gestionar la emergencia. De hecho en el primer aviso llegado a la Capitanería del Puerto se informó de que en la nave "entraba agua".
Lo sucedido no está nada claro y a última hora de ayer, el fiscal ordenó el arresto del comandante y el del primer oficial, Ciro Ambrosio. Les acusa de "impericia" por "haberse acercado a tierra muy torpemente" y, además, de "fuga", por abandonar la nave antes de tiempo. Schettino se fue a las 23.30 horas, mientras la evacuación fue muy lenta y a las tres de la mañana aún quedaba un centenar de personas a bordo. La investigación baraja los cargos de naufragio, desastre y homicidio.
El barco está secuestrado y ha sido recuperada la caja negra. En cuanto a la posible segunda parte de este tipo de siniestros, el riesgo de una fuga de combustible (quedan en los depósitos alrededor de 2.380 litros), el Ministerio de Infraestructuras italiano asegura que "ya están tomadas las medidas para evitar cualquier contaminación".
"Evento imprevisible"
El director general de la naviera, Gianni Onorato, defendió al puente de mando: "No es correcto decir que la nave estaba fuera de su ruta, ha sido un evento imprevisible, agravado por la inclinación de la nave, también imprevisible". Además, aseguró que la operación de socorro se mantuvo en los tiempos previstos.
Sin embargo, a última hora de ayer trascendían graves acusaciones de la propia tripulación, recogidas por un medio italiano. Un oficial afirmó: "Estábamos demasiado cerca de la costa. Ha sido seguramente un gravísimo error humano, la ruta es la de siempre, pero cuando se navega bajo costa no se utiliza el piloto automático, sino el manual, y queda a discreción del comandante elegir la distancia de la costa. Esta vez ha arriesgado demasiado".
El impacto se produjo hacia las 21.45 horas. El barco había salido dos horas antes del puerto de Civitavecchia, el más cercano a Roma, donde los pasajeros habían bajado a pasar el día en la ciudad. La ruta del crucero era circular y recorría Barcelona, Palma, Palermo, Roma, Savona y Marsella. Todos los pasajeros entrevistados asocian el momento del choque con la zozobra del barco, y niegan que pasara tiempo entre un episodio y el otro. Es decir, dudan de la versión de un accidente previo.

Los primeros en llegar fueron los bomberos de Grosseto con un helicóptero y vieron "cientos de personas en el mar". Los tres fallecidos conocidos hasta ahora, un matrimonio francés y un marinero peruano, murieron ahogados.