sábado, 22 de mayo de 2010

Incremento de actividad geológica reafirma certeza científica sobre terremoto en laguna sísmica en el norte de Chile.

Sismóloga alemana Silke Egger revela que últimas mediciones arrojan un notorio aumento de los sismos y mayor movimiento de las placas tectónicas en la zona entre Arica y el sur de Antofagasta. Agregó que la mayor probabilidad es que el epicentro mega movimiento produzca un tsunami que afectará la costa.

El aumento de la frecuencia y magnitud de los temblores, el mayor movimiento de las fallas geológicas y otras manifestaciones geofísicas detectadas por los instrumentos recientemente, reafirman la certeza de los científicos de que habrá un gran terremoto -de magnitud 9- en la zona norte de nuestro país donde existe una “hueco” o “laguna” sísmica. Dicha área comprende unos mil kilómetros de extensión entre Arica y el sur de Antofagasta en la cual se acumula una gran cantidad de energía.

Según la sismóloga Silke Eggert, del Centro de Investigación Alemán para las Geociencias, GFZ, la certidumbre sobre la ocurrencia de un sismo de gran magnitud es plena, a juzgar por el comportamiento de los procesos geofísicos y por el hecho de que está determinado que cada ciclo de 112 años acontece un movimiento telúrico de magnitud superior en dicha área y ya han transcurrido 120 desde el último.

Agregó que los resultados de las frecuentes mediciones en la zona revelan que entre las capas geológicas se están produciendo fenómenos que revelan una mayor actividad, aunque no es factible determinar el momento en que acontecerá un cataclismo sísmico. Dijo que la mayor probabilidad es que ocurra un movimiento telúrico de gran intensidad cerca de la costa y de poca profundidad, lo que generará un tsunami que afectará todas las ciudades costeras.

EN ATACAMA: Respecto del impacto que pueda tener en zonas aledañas, como la Tercera Región, dijo que dependerá de dónde se ubique el foco del cataclismo, más cerca o más lejos, pero que de todas maneras la comunidad debe estar prevenida y alerta. Recordó que el reciente terremoto afectó desde la V Región a la IX Región y enfatizó que las estimaciones científicas señalan que el sismo en la Laguna Sísmica podría ser de 9 grados de intensidad, y eso afectaría a una extensa zona.

La científica –que forma parte de una red de investigación sismológica internacional que estudia los efectos del terremoto de 1997 en Tocopilla- expuso “¿Cuál es la lección para la laguna sísmica en el norte de Chile?”, en el seminario “Actividad Sismológica en el Norte de Chile” organizado por la Dirección de Experiencia Universitaria de la Universidad Andrés Bello en Viña del Mar.

Resaltó lo imperioso de estar preparados para un terremoto y posterior tsunami en el Norte determinando rutas de escape, estableciendo micro zonificaciones y elaborando mapas de riesgo. Dijo que se debe estudiar las características de los suelos, especialmente en el caso de las ciudades costeras como Arica, Iquique y Antofagasta por el riesgo de deslizamiento de terrenos arenosos en la Cordillera de la Costa, con el fin de determinar las medidas preventivas.

Consultada acerca de cómo mejorar los hábitos de emergencia en un país sísmico sin cultura para enfrentar estos fenómenos, señaló que lo principal es continuar educando a la población sobre cómo reaccionar frente a lo que denomina “georiesgos”, es decir, tsunamis, terremoto, erupciones volcánicas y el desplazamiento de grandes masas de arena en la costa.

En el seminario, el doctor Mark Simons, del Laboratorio Sismológico del California Institute of Technology, planteó “Escuchando a la Tierra antes, durante y después de los terremotos de gran magnitud” donde abordó los resultados de sus observaciones centradas en trabajo en terreno principalmente en los Andes centrales, Islandia, Japón, Taiwán, Tíbet utilizando avanzada tecnología de radar basada en satélite (InSAR) y GPS.