Al menos 75 personas han muerto como consecuencia de las intensas lluvias que se están produciendo en Filipinas desde hace más de un mes, según el último balance publicado por el Consejo Nacional de Gestión de Desastres y Reducción del Riesgo (NDRRMC, por sus siglas en inglés), que ha advertido de que habrá más inundaciones en la costa oriental del país.
Se estima que los daños sufridos por el sector agrícola y las infraestructuras superan ya los 2.000 millones de pesos (33 millones de euros), aunque hasta ahora las precipitaciones no han afectado a las grandes zonas de cultivo de arroz y cereales del norte y el oeste de Filipinas.
En torno a una tercera parte de las 80 provincias del país, principalmente en las regiones central y meridional, han quedado inundadas por las lluvias que comenzaron a finales de diciembre, y hay más de dos millones de personas afectadas. Además, el director del NDRRMC ha afirmado que hay 32 personas desaparecidas, que podrían haberse ahogado en ríos o en el mar.
Las previsiones meteorológicas apuntan a que las precipitaciones, originadas por un frente frío saliente, continuarán hasta principios de marzo. En algunos lugares del sur se ha registrado más de un metro de lluvia, más de tres veces la cantidad normal para esta época.
