Alrededor de 30.000 personas han tenido que abandonar sus casas y más de 300.000 se han visto afectadas por las segundas grandes inundaciones en el este de Sri Lanka en menos de un mes, según el director adjunto del Centro de Gestión de Desastres, Pradeep Kodippili.
"Los mismos distritos que se vieron afectados la última vez, Ampara, Batticaloa, Trincomalee y Polonnaruwa, están sufriendo fuertes lluvias en los últimos días", explicó Kodippili citado por la agencia de la ONU de noticias humanitarias, IRIN.
Las inundaciones a mediados de enero obligaron a unas 380.000 personas a abandonar sus hogares y afectaron a más de un millón de personas, lo que obligó a la ONU y a sus socios a solicitar una ayuda de emergencia de 37 millones de euros para el Gobierno.
El jefe de la Sociedad de la Cruz Roja en el país, Tissa Abeyawickrema, indicó que la zona más afectada es el distrito de Batticaloa. "Ya estamos distribuyendo comida preparada y raciones entre 100.000 (personas) en el distrito", explicó. La organización necesita desplegar a más personal y buscan más ayuda ya que la situación parece que va a empeorar, añadió.