Miles de personas han abandonado sus hogares ante la erupción del volcán Lokon, en el norte de la isla indonesia de Sulawesi. El cráter está desprendiendo lava y ceniza a una altura de hasta 1.500 metros.
"La erupción ha provocado un incendio en los bosques en torno al cráter", dice Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la Agencia Nacional de Respuesta a Desastres Naturales. Por el momento, no hay informaciones que apunten a la existencia de daños personales. Las autoridades han elevado la alerta al máximo nivel, y aconsejan la evacuación de 28.000 personas que viven en un radio de 3,5 kilómetros del cráter Tompaluan, a 1.579 metros sobre el nivel del mar.
La primera gran erupción, ocurrida por la noche, despertó a los residentes, que optaron por huir. El Gobierno pretende repartir máscaras y tiendas de campaña para la gente que se ha refugiado en las escuelas, añade Nugroho.
El aeropuerto internacional de Manado, la capital provincial, sigue funcionando con normalidad, de acuerdo con fuentes del propio aeródromo. La región tiene un gran peso en el sector turístico gracias a los arrecifes de coral de Bunaken.
Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo, se sitúa sobre el 'Anillo de Fuego', que atraviesa todas las costas frente al océano Pacífico y sufre una de las mayores actividades sísmicas y volcánicas del mundo.