El comandante del "Costa Concordia", el mayor crucero italiano, Francesco Schettino, que se encuentra detenido por el naufragio, que se ha cobrado hasta el momento seis vidas, había decidido dar una sorpresa al jefe de camareros, Antonello Tievoli, y al excomandante Mario Palombo, una leyenda entre los comandantes de la naviera genovesa.
El empleado no quiere hablar con nadie ya que le atormenta la culpa por la tragedia"Ven a ver, Antonello, estamos sobre tu Giglio", asegura Corriere della Sera que dijo el comandante al jefe de camareros, que pensó que era una broma de Schettino, ya que tenía que haber descansado la semana pasada pero no pudo y aún seguían trabajando en el barco.
Tievoli, agrega el diario milanés, dijo a los habitantes de Giglio cuando lo socorrieron en el agua: "nunca habría imaginado que desembarcaría en mi casa" y que desde entonces no quiere hablar con nadie ya que le atormenta en sentido de culpa por una tragedia de la que se ha convertido en protagonista sin quererlo.
Según el diario "Il Tirreno", de Livorno (Toscana), Antonello Tievoli, que trabaja desde hace cinco años en la crucero, llamó incluso a sus padres que viven en la isla para que vieran pasar de cerca al barco, un coloso de mar de 114.000 toneladas, 291 metros de largo, 62 de altura, once puentes y con capacidad para 3.780 de viajeros.
Los diarios aseguran que la cercanía no era para que los turistas gozaran de las vistas nocturnas de la islaEl barco, que había partido de Civitavecchia, a 70 kilómetros al norte de Roma, chocó contra unas rocas de 20 metros, que le causó un agujero en el casco de 70 metros de longitud. Según el comandante, las rocas no estaban en las cartas náuticas que llevaba. El barco navegaba a unos 150 metros de la costa de Giglio, según las primeras investigaciones.
Los diarios aseguran que esa cercanía no era para que los turistas gozaran de las vistas nocturnas de la isla, con las luces de las casas encendidas, ya que, subrayan, los viajeros no fueron avisados por la megafonía del barco de esa posibilidad ni en momento alguno se señaló que pasaban por Giglio.
El barco se mueve
Los equipos de rescate suspendieron este lunes las labores de búsqueda de los 16 desaparecidos tras el naufragio después de que el barco haya comenzado a deslizarse desde el lugar en el que está varado frente a la isla italiana de Giglio, según informa el diario 'La Repubblica', que cita a uno de los submarinistas que trabajan en la embarcación.
El temor ahora es que el barco se deslice a una fosa de 70 metrosEl 'Costa Concordia' se ha desplazado unos diez metros debido al aumento del oleaje en las últimas horas, lo que ha llevado a evacuar a los submarinistas que trabajan en las operaciones de búsqueda como medida de precaución, sin que por el momento, según el portavoz de los bomberos, esté claro cuándo podrán retomarse.
El temor ahora es que el barco se deslice y caiga desde los 37 metros de profundidad en que está varado a una fosa de 70 metros, donde quedaría completamente anegado, dando por concluidas las esperanzas de poder encontrar todavía con vida a alguno de los desaparecidos.
"La esperanza de encontrar con vida a los desaparecidos se ha reducido ya al mínimo", ha reconocido el alcalde de Giglio, admitiendo que la única esperanza es que "se haya creado en el barco alguna burbuja de aire".
La empresa reconoce un error humano
El presidente de Costa Cruceros, Pierluigi Foschi, ha señalado que aunque la empresa "prestará asistencia legal al comandante" del barco, Francesco Schenttino, que se encuentra detenido, pero "tenemos el deber de reconocer los hechos y tutelar a los 24.000 los empleados de la empresa". "No podemos negar un error humano en este trágico accidente", ha admitido Foschi.
Fue iniciativa del comandante Schettino, tomada por su voluntadEl presidente de la compañía a la que pertenecía el crucero ha reconocido igualmente que "los procedimientos no han respetado totalmente las rígidas disposiciones y el entrenamiento que hemos dado" a la tripulación del barco. Según Foschi, el hecho de que el 'Costa Concordia' navegara tan cerca de la costa "fue una iniciativa del comandante Schettino, tomada por su voluntad y contraria a nuestras reglas de comportamiento escritas y certificadas".
Foschi también ha tenido palabras de elogio para el resto de la tripulación, que ayudó a evacuar el crucero tras encallar el viernes por la noche. "Todos los miembros de la tripulación se han comportado como héroes", ha subrayado. "Han actuado en una situación nocturna en un barco inclinado y han evacuado a 4.000 personas en dos horas, algo que en estas condiciones no era fácil", ha resaltado.
Riesgo medioambiental
Además, ha indicado que el barco tenía unas 2.300 toneladas de combustible a bordo, sin que por ahora se haya constatado ningún vertido al mar. Previamente, el ministro de Medioambiente italiano, Corrado Clini, ha advertido esta mañana que existe un "riesgo medioambiental altísimo" para la isla de Giglio, que podría verse agravado por el deterioro de las condiciones meteorológicas en la zona.
El objetivo es que el carburante no salga del barco; trabajamos para evitarloSegún ha subrayado, "el objetivo es evitar que el carburante salga del barco y estamos trabajando en ello". "Hay que actuar rápido porque si cambian las condiciones meteorológicas podríamos encontrarnos en una situación distinta de la actual" y porque hay que tener en cuenta que "hay todavía vidas humanas que salvar".
Llegado el caso de que se produzca un vertido del combustible del crucero, las zonas afectadas dependerán "mucho del flujo de las corrientes" pero "seguramente (afectará) a la isla de Giglio y probablemente a todo el archipiélago y la costa".
Por otra parte, Clini ha propuesto que se limite el paso de barcos por zonas sensibles. Es una "norma de sentido común" si se quiere proteger "nuestro patrimonio natural y paisajístico, que además es un recurso fundamental para el turismo", ha subrayado. "Debemos evitar que nuestro patrimonio se ponga en peligro", ha insistido.