Al menos 31 personas han muerto y más de 170 se encuentran
en paradero desconocido después de que un ferry se hundiera frente a la
costa de la isla de Cebú, en la zona central del archipiélago filipino,
tras colisionar con un carguero, según el último balance.
El presidente de la empresa propietaria del ferry, Jun
Tugud, ha elevado a 31 el número de víctimas mortales, a la espera de
que se vayan recuperando más cuerpos del interior del barco. El ferry
cubría la ruta Agusán del Norte-Manila, que tiene una parada en la isla
de Cebú. Hay al menos 36 personas ingresadas en hospitales de la zona y
más de 170 están aún en paradero desconocido. "Todavía hay mucha gente
desaparecida y tenemos la sospecha de que podría haber más gente en el
interior del barco", ha explicado el comandante adjunto de operaciones
de la Guardia Costera, el contraalmirante Luis Tuason, en declaraciones a
una radio local.
Los equipos de buceadores se preparan para iniciar la
búsqueda en el interior del ferry, de acuerdo con Tuason. Al menos 757
personas -650 pasajeros y 107 tripulantes- han sido rescatadas hasta
ahora, según la cadena filipina ANC. La empresa propietaria del ferry,
2GO, ha confirmado que en la embarcación viajaban 841 personas -723
pasajeros, entre ellos 86 niños, y 118 tripulantes-, por debajo del
aforo máximo permitido de 1.010 personas pero por encima del registro
oficial.
El sobreaforo y las irregularidades en el registro en estas
embarcaciones son prácticas habituales en Filipinas, un archipiélago de
7.100 islas, pese al mal estado de los ferrys.
Circunstancias del accidente
De hecho, el barco hundido, de 40 años de antigüedad,
habría solicitado un cambio pocos minutos antes del accidente, cuando
enfilaba el puerto, si bien no se ha esclarecido si el carguero,
propiedad de la compañía Philippine Span Asia Carrier, habría aceptado,
según el jefe de la Guardia Costera. El presidente de la empresa 2GO,
propietaria del ferry, ha ratificado que los capitanes contactaron y ha
señalado que el carguero no cambió la ruta, tal y como habrían acordado
vía radio.
Los capitanes de ambas embarcaciones han sobrevivido al
accidente y permanecen retenidos a falta de ser interrogados por las
autoridades, según Tuason. Según testimonios de uno de los tripulantes,
el ferry se hundió en apenas diez minutos tras colisionar con el
carguero. "Ocurrió rápido. Sentimos que el carguero nos golpeaba y,
minutos después, nos dimos cuenta de que nuestra embarcación se estaba
inclinando", ha manifestado el pasajero Aldrin Raman a los periodistas.
"Coguí un chaleco salvavidas y salté del barco. Vi a muchos pasajeros
haciendo lo mismo", ha apostillado.
"La colisión provocó un agujero enorme en el ferry y el
agua empezó a pompear, ante lo que el capitán ordenó la evacuación del
barco", ha explicado un tripulante a una emisora local. La mayoría de
los pasajeros llevaban el chaleco salvavidas poco antes del hundimiento,
según este testigo. En cambio, otro pasajero, Jerwin Agudong, ha
relatado que quedaron atrapadas numerosas personas, como si "no fueran
capaces de salir", y ha asegurado que vio "cuerpos sin vida" en la zona.
Las autoridades filipinas han iniciado una investigación
para esclarecer cuántas fugas de fuel ha sufrido el ferry, una vez se
han detectado manchas en las aguas cercanas al accidente.