Cerca de 20.000 personas han tenido que ser evacuadas por
las inundaciones que afectan a varias regiones del extremo oriente de
Rusia, según ha informado este lunes el Ministerio para Situaciones de
Emergencia. La crecida de los ríos, producto de las fuertes lluvias de
las últimos días y los vertidos del embalse de la central hidroeléctrica
de Zeya, ha anegado más de 6.000 viviendas.
Las inundaciones afectan a las regiones del Amur y
Jabárovsk, así como a la región autónoma hebrea, tres entidades
federadas rusas fronterizas con China. La situación más grave se vive en
la región del Amur, donde según los últimos datos de Emergencia han
tenido que ser evacuadas 15.800 personas. En esa zona, las aguas han
inundado 463 kilómetros de carreteras y 60 puentes. Las autoridades
regionales han llamado a la población a extremar las medidas de
precaución y, en particular, a no beber agua sin hervir para evitar
epidemias. El ejército ruso ha desplegado en la zona cinco plantas
potabilizadoras de agua.
Las inundaciones también han llevado a la pérdida de
627.400 hectáreas de cultivos agrícolas, en su mayoría de soja, y supone
un prejuicio de cerca de 200 millones de euros por los agricultores,
estimaron el lunes las autoridades.