Más de 300 efectivos, cuatro helicópteros y dos aviones bombarderos fueron destinados para sofocar un incendio forestal con cuatro frentes activos declarado en las proximidades de la pequeña localidad de Miranda do Corvo, en el centro de Portugal.
La Autoridad Nacional de la Protección Civil lusa informó además de otros cinco fuegos de envergadura en la zona norte del país, bajo altas temperaturas que superan los 30 grados en el Portugal continental.
El Gobierno ha alertado a la población de que los próximos días "no serán fáciles" en relación a los incendios, aunque mostró su confianza en el dispositivo puesto en marcha para atenuar los efectos de los fuegos, muy frecuentes en Portugal en la época estival.
A pesar de la proliferación de incendios en las últimas semanas, por el momento su gravedad ha sido menor que en años anteriores.
Según el último informe referente a datos recogidos hasta finales de julio, la superficie quemada en lo que va de 2013 es de 18.000 hectáreas, cuatro veces menos que en el mismo periodo de 2012.
Uno de los peores incendios sucedió a principios de agosto en la localidad de Miranda do Douro, cerca de la provincia española de Zamora.
En el mismo resultaron heridos seis bomberos portugueses -uno de ellos acabó por fallecer- después de que su coche fuese calcinado.
Algunos años de la pasada década fueron fatídicos para los montes y los bosques portugueses.
En 2003, el peor año que se recuerda, se calcinaron 400.000 hectáreas forestales; en 2005, 300.000; en 2010, 118.000, y en 2012, casi 100.000
