El seísmo de 6,8 registrado el jueves en Birmania ha dejado ya al menos 120 muertos, según informaron fuentes médicas de Cruz Roja en el país asiático a la revista estadounidense 'Time'.
Los medios oficiales birmanos mantienen de momento la cifra de muertos en 77 y los heridos en 111, pero es de esperar que el balance de las autoridades aumente en las próximas horas conforme los servicios de rescate vayan accediendo al estado de Shan, la zona más afectada por el seísmo, que se encuentra en el corazón del llamado "Triángulo de Oro" (la frontera con Laos y Tailandia).
Los daños materiales son cuantiosos: más de 390 edificios --contando domicilios, monasterios y diferentes sedes de gobierno-- han sido completamente destruidos, según los medios oficiales.
La presencia militar birmana se ha incrementado sensiblemente en el "Triángulo de Oro". El corresponsal de la publicación estadounidense apunta a que se trata de una reacción adoptada por la Junta Militar para que no se repitan las numerosas críticas emitidas hace tres años por la comunidad internacional la lenta respuesta del régimen de los generales birmanos tras la tragedia del ciclón 'Nargis', que dejó al menos 138.000 muertos en 2008.