Veinticuatro horas después de la catástrofe, a las tareas de rescate se suma una preocupación adicional, la crisis nuclear abierta en la planta de Fukuyima, donde se ha registrado una explosión a primera hora de esta mañana, cuando las autoridades intentaban liberar la presión de uno de sus reactores y reparar el sistema de refrigeración del material radiactivo.
La explosión habría dejado cuatro trabajadores heridos y destruido un muro de contención, dejando el reactor a cielo abierto, según la cadena NHK citando a la Tokyo Electric Power Company (TEPCO). Los operarios heridos, según los medios japoneses, formarían parte de los equipos encargados de las operaciones de reparación de la planta.
Poco antes de la detonación, las autoridades de seguridad nuclear japonesas comunicaron el hallazgo de cesio radiactivo en las inmediaciones la central, después de que varias plantas de control situadas en las cercanías a las instalaciones detectaran que los niveles de radiactividad se encontraban hasta 20 veces por encima del nivel de seguridad recomendado.
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) explicó que el terremoto había dañado seriamente uno de los generadores principales del reactor 1, empleado para enfriar dicho material. Las olas del posterior tsunami terminaron de rematar los ya de por sí dañados generadores diesel de emergencia.
A pesar de que las autoridades japonesas descartan completamente una posible catástrofe humana, el estado de la planta ha provocado que la práctica totalidad de los 51.000 residentes de las zonas más cercanas hayan sido evacuados como medida de protección.
Tras la detonación, se ha ordenado incrementar el radio de evacuación de 3 a 10 kilómetros. La cadena NHK pide a todos los japoneses que vivan en un radio de seis kilómetros de la planta que cierren puertas y ventanas de sus hogares, apaguen el aire acondicionado, y se tapen la boca con mascarillas o pañuelos.
TSUNAMI
Los efectos del gigantesco tsunami desatado por el seísmo ha causado la evacuación de centenares de miles de personas en la Cuenca del Pacífico. Esta noche, el gobernador de Hawai, Neil Abercrombie, ha firmado una proclamación de Estado de Desastre para cubrir, con ayuda federal, los daños causados por la llegada del tsunami a las costas del estado norteamericano, según informa la cadena estadounidense CNN.
Las costas de Sudamérica ya han sido alcanzadas por las primeras olas generadas a consecuencia del terremoto de Japón. El jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) peruano, Luis Palomino, informó de que las olas llegaron a Perú a las 21,38 del viernes (las 3,38 en la España peninsular) con una altura de entre 25 y 40 centímetros.
VÍCTIMAS
Los medios japoneses estiman que más de 900 personas han perdido la vida a consecuencia del terremoto y posterior tsunami registrados ayer en Japón, un dato que duplica el último balance oficial de muertos dado por la Policía nipona, que cifra los fallecidos en 433, según la cadena pública de televisión japonesa NHK, citada por CNN, mientras otros medios se atreven a confirmar entre 500 y 600 víctimas mortales, hasta el momento.
La cadena pública informa además del hallazgo de entre 300 y 400 cadáveres en la prefectura de Miyagi. De confirmarse por las autoridades, la cifra actual de fallecidos "podría rebasar fácilmente el millar", según el medio.
DEVASTACIÓN
Los daños causados en territorio japonés son, ahora mismo, incalculables. Un tercio de la ciudad de Kesennuma se encuentra bajo las aguas y la ciudad de Sendai ha quedado prácticamente arrasada por las olas de hasta 10 metros de altura desatadas por el seísmo.
El embajador japonés en Reino Unido, Keiichi Hayashi, ha admitido en una entrevista a la BBC que es imposible establecer un balance aproximado de víctimas y que el Gobierno aún está "en proceso" de determinar lo que ha ocurrido en los lugares afectados por los temblores y el posterior tsunami.
En este sentido, el propio ministro de Economía japonés, Yoshihiko Noda, ha reconocido que será "muy difícil" preparar siquiera un presupuesto de emergencia antes de que termine este mes, mientras los analistas estiman que la pérdida total para las aseguradoras podría ser de hasta 15.000 millones de dólares (unos 10.780 millones de euros).
Con todo, el Banco de Japón ha asegurado este viernes, que continuará haciendo "todo lo posible" para garantizar las estabilidad financiera del país, lo que incluye la provisión de liquidez, y se mostró dispuesto a adoptar las medidas que sean oportunas, según informó la institución japonesa en un comunicado; mientras la Bolsa de Tokio mantiene sus planes para operar con normalidad a partir del próximo lunes.