lunes, 22 de febrero de 2010

EVACUACIONES EN MADEIRA POR TEMOR A DERRUMBES


La secretaria de Turismo y Transportes de la Administración regional del archipiélago portugués, Conceicao Estudante, confirmó en rueda de prensa que no han aparecido nuevos cadáveres- aunque los equipos de emergencia los siguen buscando- y que hay cuatro personas oficialmente desaparecidas, 18 hospitalizadas y 250 desalojadas de sus viviendas.
El Gobierno de Madeira, anunció, no tiene intención de declarar el "estado de calamidad" por la tragedia, aunque el Gobierno central piensa solicitar a la Unión Europea (UE) ayuda económica para las víctimas.
Estudante señaló que sólo 24 de los cuerpos han sido identificados, entre ellos el de una ciudadana británica, y pidió a quienes sepan de personas desaparecidas que acudan a la morgue provisional instalada en el aeropuerto.
La secretaria regional recomendó además a la población no beber agua de los grifos sin hervir porque no es potable tras las riadas que arrasaron Funchal, y reconoció que los servicios de ese suministro y de electricidad todavía no se han restaurado en toda la isla.
Mientras los equipos de rescate buscan aún posibles víctimas bajo el barro y en los estacionamientos inundados por las riadas, los bomberos tuvieron que evacuar a una treintena de personas en Ribeira Brava y a varias familias de Santa Cruz, cerca de Funchal, por el riesgo de derrumbe de los terrenos y el peligroso estado de algunas casas que quedaron suspendidas al borde de precipicios.
Los servicios de carreteras todavía no han podido reabrir muchas vías de comunicación con puentes destruidos, centenares de metros de asfalto desaparecidos bajo el agua y depósitos de piedras y barro que las hacen intransitables.
En Lisboa, el Consejo de Ministros decretó los tres días de luto nacional, hasta el miércoles, y aprobó varias medidas de apoyo a las víctimas del temporal.
El luto oficial fue declarado en una reunión extraordinaria del Gobierno para expresar el pesar de toda la población ante las víctimas mortales y "la gravedad de la situación de la región autónoma de Madeira".
El ministro de Administración Interna, Rui Pereira, explicó en rueda de prensa que el Consejo de Ministros decidió accionar todos "los instrumentos legales" para apoyar a las víctimas, al esfuerzo de reconstrucción de las infraestructuras y a la normalización de las actividades económicas en la isla, de 260.000 habitantes. y situada a 860 kilómetros al suroeste de Lisboa.
Entre las ayudas que el Gobierno portugués va a poner en marcha se encuentra una línea de crédito a corto plazo para ayudar a los comerciantes afectados por el temporal.
Pereira añadió que en cuanto las autoridades regionales presenten un cálculo de los daños, el Gobierno apelará al fondo de solidaridad de la Unión Europea (UE) y proseguirá con las gestiones ya iniciadas ante el Banco Europeo de Inversión para obtener una línea de financiación a la reconstrucción de infraestructuras.
El Gobierno regional señaló, por su parte, que en las poblaciones de la isla se va restaurando poco a poco la circulación en las zonas más dañadas, como los barrios de Santa Luzia y Joao Gomes en Funchal, pero sigue cortada la principal carretera a Ribeira Brava, en la zona de Campanario, por el peligro de derrumbes.
Las autoridades de Madeira abrieron una cuenta en el banco Banif del archipiélago para poder recibir donaciones destinadas a los damnificados.
Desde Lisboa parte hoy otro avión militar con ayuda para la isla y efectivos del Ejército y de las cuerpos de seguridad lusos.
Al puerto de Funchal llegó ya hoy una fragata militar con un destacamento de soldados.

39 REVI 002