Al menos 65 personas han muerto y otras 200 han resultado heridas en el noreste de India tras el descarrilamiento de 13 vagones de un tren de lujo, que se salieron de la vía tras una explosión y más tarde fueron arrollados por un convoy de mercancías, según han informado fuentes ferroviarias indias, que no descartan que la cifra de muertos aumente.
No se descarta que la explosión haya sido intencionada, por lo que todas las sospechas se centran en la guerrilla rebelde maoísta, que en la zona del estado de Bengala Occidental donde ha tenido lugar el incidente tiene una gran presencia y que en los últimos meses ha perpetrado numerosos sabotajes y atentados contra convoyes ferroviarios en el país.