La ola de frío polar ha obligado al Gobierno vasco y a las tres instituciones forales a activar los planes invernales en su fase de emergencia para «facilitar la circulación» por carretera y «evitar colapsos» como consecuencia de las heladas, que serán especialmente intensas en las zonas del interior. El tiempo empeorará a partir de mañana. «Continuaremos con chubascos entre débiles y moderados y se volverán a dar tormentas con granizo en el litoral. La cota de nieve se situará alrededor de los cien metros bajando ocasionalmente a nivel de mar», advirtieron ayer los meteorólogos de Euskalmet.
Además del País Vasco, otras diez comunidades autónomas están hoy en alerta naranja por nevadas. Ante esta situación, el Ministerio de Fomento activó ayer un dispositivo especial para mantener las infraestructuras del transporte -aeropuertos, vías ferroviarias y carreteras- en «condiciones de uso» pese al temporal. El Gobierno central ha movilizado un total de 405 máquinas quitanieves y 1.600 operarios. Sólo durante la jornada de ayer, los trabajadores arrojaron 138 toneladas de sal y 1.500 kilos de salmuera para «prevenir la acumulación de nieve en la red viaria».