La epidemia de cólera se propaga en Haití a mayor velocidad de la estimada en un principio y se teme que afecte a cientos de miles de personas en un plazo superior a un año, ha advertido este martes el coordinador de la ONU para ayuda humanitaria en el país, Nigel Fisher.
Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revisan al alza sus estimaciones iniciales y calculan que en seis meses podrían darse 200.000 nuevos casos.
"Todos los especialistas médicos dicen que esta epidemia de cólera continuará durante meses y quizás un año por lo menos, que veremos cientos de miles de casos, literalmente", ha afirmado.
Desde que apareció el brote a mediados de octubre y hasta el viernes han muerto 1.344 personas, pero Fisher cree que esta cifra podría ser mayor por la falta de datos de las áreas remotas. Además vaticina que hay entre 60.000 y 70.000 enfermos de cólera, y no unos 50.000, como apuntan las cifras oficiales.
Resulta "casi imposible detener la propagación de estos casos porque es muy contagioso, y aquellos que portan la bacteria del cólera suelen tardar días en manifestarlo, y en ese (momento) se pueden haber trasladado adonde sea", relató Fisher.
En opinión de Fisher, la ONU y los grupos de cooperación deben "ampliar significativamente" su respuesta a la catástrofe, y aconseja que los grupos religiosos distribuyan pastillas potabilizadoras, así como establecer más centros de atención. Lamentablemente, matizó, los haitianos se oponen a la instalación de dichos centros en sus vecindarios.
A este rechazo hay que sumar la idea generalizada de que efectivos nepalíes de la fuerza de pacificación de la ONU (MINUSTAH) son quienes introdujeron la enfermedad en el país, donde hacía un siglo que no se registraban casos de cólera.
Han muerto al menos dos personas en los enfrentamientos entre soldados de Naciones Unidas y manifestantes, mientras que decenas de individuos han sufrido heridas. La ONU no duda en culpar a agitadores de arengar a la población de cara a las elecciones convocadas para el domingo.
El presidente de la MINUSTAH, Edmond Mulet, asegura que no hay "ninguna prueba científica" que verifique esta versión sobre el origen de la epidemia. Hasta ahora todas las pruebas han dado resultado negativo, pero los expertos continúan investigando, añade Mulet.