San Vicente y las Granadinas solicita hoy ayuda inmediata para emprender la recuperación, tras el azote de la ahora tormenta tropical Tomas, que dejó dos heridos, mil 200 evacuados, 600 casas afectadas y 14 destruidas.
El primer ministro, Ralph Gonsalves, apeló a las instituciones regionales y mundiales para atender a los damnificados, reconstruir vías de accesos y rehabilitar la agricultura, sector que perdió toda la cosecha de plátano y sufrió severos daños en otros frutales.
Según estimaciones preliminares, San Vicente y las Granadinas experimentó perjuicios valorados en 67,2 millones de dólares sólo en la producción agrícola.
Al declarar el estado de desastre nacional, el gobernante informó que el archipiélago también registra serias afectaciones en siete sedes gubernamentales y en un número indeterminado de instituciones educacionales, centros públicos y puentes.
Asimismo, solicitó calma a la población ante la restauración paulatina de los servicios eléctricos e hidráulicos en el archipiélago.
Gonsalves discutirá este lunes con el gabinete ministerial un plan de ayuda financiera a los campesinos y a las personas que quedaron sin hogar por el meteoro.
A su paso por el Caribe oriental el sábado anterior, el huracán Tomas también ocasionó estragos en las vecinas islas de Barbados, Martinica y Santa Lucía.
Entre otras afectaciones, los fuertes vientos asociados a ese fenómeno volaron techos de muchos inmuebles y derribaron árboles y los sistemas energéticos en esas naciones.
Los países de Jamaica, República Dominicana y Haití activaron ya sus planes de emergencia ante la proximidad de la tormenta, cuyos modelos proyectan un impacto directo sobre esos territorios.
